Desde la Comisión de Género adherimos al pronunciamiento del Consejo Asesor del Programa de Géneros y Violencias.

«Nuestro pronunciamiento: una invitación a repensarnos en la UNSE
Como Consejo Asesor del Programa de Géneros y Violencias de la UNSE expresamos nuestro clamor por justicia y repudio a los femicidios que, de manera alarmante, acontecen en nuestro país y provincia. En este último tiempo se produce un femicidio cada 23 horas. En lo que transitamos de este año 2021, en Santiago del Estero ya contamos 6 (SEIS).
Úrsula, Silvia, Silvina, Verónica… No hemos parado de contar. Más mujeres asesinadas por violencia machista que días del año. Los polifemicidas aparecen como la punta del iceberg que hay que desmontar. Todas las leyes e instituciones creadas en estos últimos años no han podido frenar la violencia machista. Las tramas patriarcales hacia dentro de las instituciones del sistema judicial y de seguridad están intactas. No han sido desarmadas aún.
Las mujeres trascurren los procesos de salida de las violencias sin protección suficiente para evitar que las maten. Las políticas no llegan a todos los territorios barriales, departamentales, comunales. No hay articulación entre los poderes del estado ni hacia dentro de cada poder para desarrollar acciones que cuiden de las mujeres. Y al unísono en todas las instituciones, todavía los prejuicios funcionan como obstáculo para la comprensión de esta estructura que sostiene las violencias hacia las mujeres y personas de la diversidad.
Las violencias que se ejercen sobre los cuerpos de las mujeres y cuerpos feminizados nos dan una idea de los niveles de crueldad a los que puede llegar un ser humano; y no sólo con las mujeres sino con todas las personas que están en situación de desigualdad.
El femicidio de Micaela nos vino a recordar que para transformar las instituciones debemos cambiar las miradas de quienes las sostienen. La justicia, la educación, la salud tienen que ser concebidas como instituciones libres de violencias para organizarlas y proyectarlas desde ese principio fundamental.
Ana María Fernández, integrante del Consejo Asesor del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, expresa en el marco de la presentación de la Ley Micaela: “debemos pensar a las Universidades como usinas de producción de conocimiento que generen nuevos sentidos, trabajando en formar un perfil que no reproduzca dispositivos de desigualación* ”.
En ese marco, nuestra UNSE tiene como tarea urgente seguir repensando y actuando en esos nuevos sentidos desde un compromiso profundo y genuino con la perspectiva de género a la hora de proyectarse institucionalmente y formar profesionales. Es momento de replantearnos los compromisos ético-políticos que asumimos para dar batalla y avanzar en la resolución de las diferentes problemáticas que aquejan a nuestra sociedad, y en las que las violencias contra las mujeres y personas de la diversidad siguen siendo prioritarias.
Estamos convencidas de que el camino que nos convoca es el de la CORRESPONSABILIDAD, profesional, institucional y humana. Para esto es necesario seguir fortaleciendo las redes en los distintos espacios que ocupamos dentro y fuera de la comunidad universitaria. Avancemos sosteniendo con convicción la importancia de una formación que interpele las violencias y las desigualdades, promoviendo aprendizajes para el uso de estrategias colectivas de cuidado y, compromiso. Es momento de interpelar y abrir nuevos caminos…
El estado somos todos/as, y la universidad, como espacio académico, tiene un rol fundamental en la transformación del mundo en que vivimos. ¡Es todo un desafío ser parte de esa transformación!
(Integrantes del Área y del Consejo Asesor del Programa Géneros y Violencias de la UNSE)
* Fernández, Ana María, Conferencia brindada en la Presidencia de la Universidad Nacional de la Plata el 3 de julio de 2019, en el marco de las capacitaciones obligatorias de la Ley Micaela».